lunes, 6 de febrero de 2012
La Sierra de La Bellida
El sábado 11 de Febrero, realizaremos la ascensión a la Bellida. Una travesía circular con inicio y final en Alcublas. Esta es una ruta en la que podremos conocer un poco más nuestro término y el de los pueblos colindantes.
Saldremos a las 9h de la mañana, para volver alrededor del mediodía.
Hay que llevar almuerzo y agua, además de ropa y calzado adecuado, y muchas ganas de pasar una agradable mañana conociendo las montañas que nos rodean, y que tanto hemos oído hablar de ellas a nuestros abuelos.
La ruta tendrá una duración de unas 4 – 5horas, y la dificultad es media.
Esta sierra es una de las más importantes de la comarca del Alto Palancia. Situada en el sector noroeste y con sus 1.319 m. de altitud, el Alto de la Bellida es una privilegiada atalaya entre las cuencas de los ríos Palancia y Turia. Su relieve es suave, de redondeadas lomas, en contraste con el enérgico relieve de las vecinas elevaciones “Begisanas” de Peñaescabia, Peñas de Amador y Peña Juliana, que realzan sus escarpadas paredes como hitos emblemáticos de la cabecera de la comarca.
La Bellida se emparenta más con la colindante sierra de El Toro, prolongación física por el sur de la colosal sierra de Javalambre, situada en el extremo meridional de la provincia de Teruel, de formas macizas y de configuración calcárea, con un singular paisaje vegetal.
La Bellida, por donde cruza el GR-10, atesora uno de los valores patrimoniales más significativos de la comarca. La actividad del comercio de la nieve fue muy importante en las montañas de la Comunidad Valenciana entre los siglos XVI al XIX, centrada, principalmente, en las sierras alicantinas, como la Mariola, que conserva una soberbia colección de muestras arqueológicas como las “neveras”, denominadas, asimismo, cavas o ventisqueros.
En estas construcciones se conservaba la nieve, recogida durante toda la temporada invernal, y apilada debidamente, en un proceso muy laborioso, para ser distribuida en el verano una vez convertida en hielo. Las neveras eran de distinta tipología, formadas por un pozo circular con paredes revestidas de mampostería. La techumbre cubría estas construcciones, estructuradas con nervaduras de arco y falsa bóveda.
El hielo era troceado y transportado durante la noche con el apoyo de caballerías cargadas de serones y también de carros, para su reparto y venta por los pueblos y ciudades de mayor densidad demográfica. Se usaba sobre todo para la conservación de alimentos y pescados, para la fabricación de helados y bebidas, como la famosa horchata y con fines medicinales.
Este comercio de la nieve, que generó trabajo durante 400 años, tuvo, como he citado anteriormente, una fuerte expansión por la sierra de La Bellida, donde se concentraron un elevado número de ventisqueros, construcciones distintas a las neveras, pues consistían en muros de cerramiento acoplados a las vaguadas del terreno, elevados en la parte inferior, y de forma semicircular. Además no disponían de techumbre. La sierra registró más de 70 ventisqueros, actualmente la mayoría derruidos.
Seguiremos parcialmente el recorrido que hacían los carros para transportar el hielo a los mercados de Valencia. Desde La Bellida seguían en parte la Cañada Real de Aragón a Valencia, pasaban por el Barranco Lucía y La Solana, y después de cruzar el collado del pico La Cumbre descendían hacia Alcublas.
En este descenso se contemplan las evocadoras huellas de este pasado testimonial del acarreo del hielo, pues los carros dejaron su huella impresa en las rocas. Son las carriladas, que en trazado casi rectilíneo surcan a trechos estos pasos de montaña, con rodadas hasta de 20 cms. de profundidad.
En definitiva, una bonita ruta para pasar una agradable mañana sin salir de casa como aquel que dice. Además de tratarse de una ruta muy especial para varios miembros del club de montaña, ya que es donde realizamos la parte principal de nuestra preparación para realizar otras ascensiones por España, Europa y el Mundo…
Os esperamos a todos.